Viaja en el tiempo a la época en que se navegaba por los canales de la CDMX y descubre la historia de una de las avenidas más importantes.
En la década de 1920 la ahora Calzada de la Viga era un canal que unía a la Ciudad de México con los pueblos de Xochimilco, Tláhuac y Chalco.
Desde tiempos prehispánicos, estos tres pueblos habían sido productores de frutas y verduras frescas las cuales eran transladadas por el antiguo sistema de canales a la población urbana.
El Canal de la Viga era lo suficientemente ancho como para que una línea de barcos de vapor navegara en él, dando el servicio de transporte de pasajeros y carga.
El primer barco de vapor fue nombrado La Esperanza y surcó el Canal de la Viga gracias a un poderoso motor de veinte caballos de fuerza. Inauguró sus servicios en 1859, salía de la Garita de la Viga y no era demasiado grande ni rápido. Tuvo un cupo para 20 pasajeros y recorría más de 30 km hasta Chalco en cinco horas. Las paradas eran en Santa Anita, Iztacalco y Mexicaltzingo, el costo del viaje hasta San Juanico era de dos reales y cuatro hasta Mexicaltzingo.
En 1890 habían ya cuatro barcos de vapor. Sin embargo, ni su tamaño ni su velocidad habían aumentado.
El embarcadero del Canal de la Viga era exclusivo para pequeñas embarcaciones como las típicas trajineras.Se localizaba a unas cuadras de la Parroquia de San Pablo y la hoy desaparecida Plaza de Toros de San Pablo.
Era un lugar de comercio en donde se podían encontrar un sinfín de productos típicos de las distintas regiones aledañas. Lácteos, frutas, verduras, semillas, pescado, animales y flores provenientes de Xochimilco.
Con la llegada de los trenes que eran más rápidos y tenían mayor capacidad, los barcos de vapor fueron finalmente sustituidos, dejando de ser poco a poco el medio de transporte preferido.
En 1921 el gobierno decidió desaparecer el Canal de Viga, y emprender el proyecto del Gran Canal de Desagüe de la Ciudad de México, que evitaría las constantes inundaciones. Fue durante esa época que casi todos los ríos de la ciudad se entubaron. Como resultado, los lagos comenzaron a secarse más rápido y la ciudad empezó su enorme crecimiento sobre lo que alguna vez fue agua.
De las antiguas garitas que existieron en la Ciudad de México, incluida la de la Viga, no queda ninguna. Sin embargo, durante la construcción de la línea 8 del metro, fueron encontrados restos de la garita de la Viga en la actual Av. Morelos.
Este articulo aparecio por primera vez en México Desconocido