Por los resultados de un proyecto realizado en el Laboratorio de Farmacología de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) sobre el efecto analgésico de la molécula zoledronato en pacientes con artritis, el Instituto Karolinska de Suecia ha adoptado el proceso científico y realiza pruebas clínicas.
El titular del estudio llevado a cabo en la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Aztlán (UAMRA), doctor Juan Miguel Jiménez Andrade, apuntó que “el zoledronato es un fármaco que se utiliza para tratar la osteoporosis, nosotros lo propusimos para tratar el dolor en pacientes artríticos, y ya lo está haciendo en seres humanos el instituto en Suecia encargado de entregar el Premio Nobel”.
Farmacológicamente el zoledronato es reconocido para tratar hipercalcemia o alta concentración de calcio en la sangre a causa del cáncer. Actualmente está en estudio para impedir fracturas y prevenir la pérdida de calcio de los huesos.
El doctor Jiménez Andrade se han dedicado durante años a investigar los mecanismos involucrados en el dolor y la pérdida ósea, asociadas a enfermedades como artritis reumatoide, cáncer, diabetes e hipertensión.
Recientemente hemos establecido convenios de colaboración también con la Universidad de California en San Diego. Estamos en vinculación con la industria farmacéutica para poder realizar ensayos clínicos y esos medicamentos que probamos en animales puedan ser evaluados en seres humanos, precisamente así nació el proyecto con Suecia.
En México, el 30 por ciento de las consultas médicas se deben al dolor músculo-esquelético y todas las enfermedades crónico-degenerativas, además de generar efectos en los sistemas ocular y renal, también tienen impacto en el sistema óseo, de ahí la importancia de proyectos como los que lleva a cabo en el Laboratorio de Farmacología de la UAMRA.
Jiménez Andrade es doctor en Farmacología (Nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores), en 2016 fue ganador del Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias, en el área de las ciencias naturales, entregado a investigadores menores de 40 años.
En el mismo año recibió el Premio a la Cátedra de Investigación de la Fundación Marcos Moshinsky, y en 2006 el premio nacional en el área de salud “Miguel Alemán”.
Uno de los proyectos por los que ha sido reconocido consiste en ver cómo las enfermedades musculo esqueléticas atacan al hueso, es decir, cómo hacen que se pierda hueso y cómo producen dolor. Esto ha permitido estudiar las bases fisiopatológicas de enfermedades como artritis, osteroporosis e, incluso, diabetes para tratar de buscar medicamentos que contrarresten esos efectos.
En otra investigación encontramos un fármaco que tiene un efecto antiosteoporótico, que estamos trabajando con la empresa Roche de Alemania, para que sea evaluado en seres humanos,
mencionó el científico mexicano.