Doctor Q, de migrante jornalero a una eminencia médica.

05 de abril de 2019
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Doctor Q, de migrante jornalero a una eminencia médica.
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Imagina a uno de los tantos inmigrantes mexicanos que cruzan a Estados Unidos a trabajar en las plantaciones del sur del país. Imagina a un hombre joven con pocos estudios y sin saber nada de inglés, que cruza la frontera para buscar una mejor calidad de vida, ahora imagina a ese mismo hombre como uno de los neurocirujanos más reconocidos en el mundo y con cientos de reconocimientos internacionales. Sí, ese hombre, ese mexicano existe y su nombre es Alfredo Quiñones - Hinojosa, también conocido como Dr.Q.

 

Nacido en un poblado a las afueras de Méxicali, Baja California, Alfredo pronto optó por irse a Estados Unidos para ganar un poco más de dinero. Sin nada en la bolsa, muchos sueños y harta voluntad, emprendió esa aventura que significaría el inicio de una de las historias más notables de superación personal.

 

Después de trabajar en una granja en Fresno, California comenzó a ahorrar para tomar clases de inglés, para posteriormente ingresar a la escuela San Joaquín Delta College en Stockton donde completaría la carrera de psicología con altos honores. Después gracias a sus calificaciones pudo ingresar a Harvard donde tomó una especialidad en medicina, e igualmente se distinguiría como uno de los mejores alumnos.

 

Con años de esfuerzo, trabajo, estudio y disciplina obtuvo la nacionalidad estadounidense y finalizó su doctorado en neurocirugía por la universidad de San Francisco, California con una especialidad en desarrollo de células madre.

 

Quiñones ingresó posteriormente a John Hopkins School of Medicine donde se especializa en neurocirugía y oncología así como en medicina molecular y celular y tumores cerebrales. 

 

Se convirtió en una eminencia en la cirugía de tumores cerebrales innovando en técnicas de endoscopia y monitoreo neurofisiológico durante las operaciones. Además el mexicano ha escrito más de 150 artículos médicos con investigaciones puntuales sobre la metástasis y su correspondiente tratamiento.

 

Uno de los estudios más sobresalientes ha sido el que analiza la relación entre las células madre y su capacidad para curar el cáncer. Para esto realiza constantemente actividades y campañas recaudatorias para ampliar sus investigaciones y lograr la cura definitiva de esta enfermedad que causa miles de muertes anualmente.

 

En 2016 comienza su nuevo puesto en Mayo Clinic en Florida donde comienza a especializarse en la nanotecnología quirúrgica y radioterapia focal, con lo que se puede lograr una localización y erradicación de los tumores de manera menos invasiva.

 

Quiñones también ha escrito más de 50 libros entre estudios científicos y su autobiografía titulada "Convirtiéndose en Mr. Q: de campesino migrante a neurocirujano" la cual ganó el premio principal en International Latino Book Award en 2012.

 

La historia del Doctor Q es tan interesante y relevante que por supuesto no podía pasar desapercibida por Hollywood y se planea la filmación de su vida en un futuro próximo.

 

Definitivamente la historia de esta eminencia médica nos muestra claramente el poder de la voluntad, la disciplina y la constancia y los frutos que se obtienen cuando nos fijamos un reto y una meta y tratamos de desempeñarnos lo mejor posible.

 

La genialidad de Quiñones se mezcló con sus ganas de salir adelante y de sobresalir en un tema que le apasiona y en el que ayuda a miles de personas alrededor del mundo. Su pasado y su historia es una prueba constante de que no importa de donde provengas, tu defines tu futuro, tú construyes y moldeas tu presente solo con el poder de la voluntad y el férreo establecimiento de objetivos.

 

Desde aprender inglés hasta descubrir la técnica más famosa para erradicar tumores cerebrales cancerosos, todos han sido objetivos que el médico se fijó para escalar paso a paso al cumplimiento de su sueño.

 

Sus primeros años transcurrieron en una pequeña comunidad agraria, donde llevó una vida humilde. “Mis padres no tenían mucho, por no decir que tenían muy poquito”, dice el Doctor Q. “Pero lo que parece ser una situación difícil terminó siendo una de las bendiciones más grandes que me ha dado la vida. Por eso estoy aquí, porque sé cuáles son mis raíces, y porque mi trayectoria ha estado llena de aventuras”, agrega.

 

Cuando se decidió cruzar la frontera trabajó en Fresno como campesino, jardinero, pintor y soldador, y recuerda que en una ocasión tuvo un accidente que puso en peligro su vida al caer en el fondo de un tanque de petróleo. Un médico lo salvó, y el propio Doctor Q confiesa que eso le cambió la vida: “Me sentí identificado con el doctor que se encargó de mí: me di cuenta de que había la oportunidad de conectarse espiritualmente con las personas”, comenta.

 

“El cerebro es la frontera inexplorada. Tenemos más conexiones y sinapsis en el cerebro que estrellas en la galaxia. Es algo fascinante. De pequeñito miraba las estrellas porque nos acostábamos en el techo de nuestra casa por el calor, y soñaba, y pienso que desde entonces se me quedó esa fantasía”, cuenta el Doctor Q.

 

Hoy en día el doctor trabaja en una de las clínicas más prestigiosas del mundo, la Mayo Clinic y su labor incansable para encontrar la cura del cáncer lo ha caracterizado no solo como un gran científico, sino como un ser humano noble y preocupado por los demás, un trabajo apasionante que impulsa diariamente sus ganas de salir adelante y cambiar el mundo.

 

Un mexicano que un día tomó una decisión trascendental, que se atrevió, que luchó y no se conformó, y comprobó que en este mundo los límites y las barreras se las impone uno mismo, nadie más.