Vivoxie es una empresa especializada en accesorios para realidad virtual (VR) y sus orígenes se remontan al 2009 cuando iniciaron en las áreas de conectividad, voz sobre IP y telecomunicaciones.
Posteriormente su visión de negocio los llevó a involucrarse en robótica y realidad virtual, lo que detonó el desarrollo de un guante capaz de comunicarse a distancia con una máquina y operarla en cualquier escenario posible.
Es importante señalar que el guante es considerado háptico porque el usuario además de controlar a distancia las acciones de una infinidad de mecanismos compatibles puede percibir los objetos que toma como si fueran manipulados por su propia mano.
En este sentido las posibilidades de uso son múltiples, por ejemplo, dirigir remotamente un brazo mecánico dentro de una mina con riesgo de derrumbe, ensamblar las piezas de un automotor, recopilar muestras en el espacio exterior, por mencionar algunas.
Para lograr este nivel de desarrollo, Vivoxie complementó sus habilidades a través de la cooperación con tres universidades en el área tecnológica (Querétaro, Huichapan y Puebla) con apoyo del Conacyt, dichas instituciones ayudaron a que el guante pudiera operar simultáneamente con las capacidades de realidad virtual; tema que durante 2015 fue totalmente un éxito durante la presentación del prototipo en una exposición tecnológica en Alemania.
Las ventajas que representa la realidad virtual para este sector es, por ejemplo, que una manufacturera con diez distintos modelos de motor podría evitar gastos de logística y viáticos de ingenieros especializados que son necesarios para llevar a cabo sus procesos de capacitación. Al reemplazar la capacitación física por un ambiente de realidad virtual, la habilitación de la fuerza laboral será definitivamente más rápida y por supuesto abre la posibilidad de realizar entrenamientos de manera simultánea - Alyed Tzompa, Director General de Vivoxie.
En áreas de planeación y diseño industrial el ecosistema tecnológico permitiría a un ingeniero visualizar su proyecto virtual tal cual como si lo estuviera fabricando físicamente.
Entonces la precisión del guante lo ayudaría a buscar puntos de mejora o defectos que pudieran presentarse posteriormente, cuando sea requiera realizar ensambles, cambiar de piezas, efectuar mantenimientos, o bien, entrenar al personal calificado.
Por ello, en la siguiente generación del guante se está considerando la conexión con brazos robotizados para que los mismos movimientos realizados por el operador se repliquen en la máquina.
Esto conllevaría ahorros significativos en el sector industrial en sus procesos habituales, desde la maquetación de una idea hasta la fase de soporte técnico postventa.
Este articulo fue publicado por industrial-cluster