¿Has escuchado el dicho “una cosa te lleva a la otra“? Pues algo así es lo que pasó con Anahí. En el camino fue descubriendo el abanico de oportunidades que la vida te presenta cuando tienes hambre de comerte el mundo, pero sobretodo, cuando conoces cada una de tus cualidades.
Es difícil recordar exactamente los primeros pensamientos consientes de cuando éramos pequeños, tampoco Anahí lo sabe. Lo que sí sabe es que su madre le recuerda que desde los 3 años de las primeras cosas que hizo con mucho interés fue dibujar. Es algo que no recuerda, pero no duda en la palabra de su madre, pues hoy día no es nada alejado de lo que se dedica.
Me gusta transmitir alegría a través de mis ilustraciones. Y la mayor es satisfacción es cuando alguien se siente identificado con alguno de mis trabajos sin haberlos conocido antes.
Originaria de Merida, Yucatán es de donde ha encontrado inspiración en lo que hace, y todo fue por pura “chiripa”. Pues es disenadora gráfica de profesión, pero entre los aprietos de tomar materias optativas eligió ilustración, y desde ese momento se dió cuenta de que había tomado una excelente decisión. Lo curioso es que nunca se imaginó que a eso se dedicaría.
Amor por la vida y por su país, en sus ilustraciones se pueden apreciar un sin fin de colores, que define como la alegría de ser mexicana, ser privilegiada de tener una cultura tan variable que los colores no bastan para hacer justicia. Definiendo a su propio arte como alegre, Anahí tiene 1 solo objetivo al ilustrar: transmitir alegría.
Sabe que el camino no ha sido nada fácil, siendo de un país en donde la competencia es grande, y consciente de todo el talento que hay, pues con humildad admira a todo aquel artista que se atreve a expresar a través de sus obras lo que piensa y siente, y no lo que otros quieren imponer.
Cuando lo que haces es lo que más te apasiona, el trabajo deja de ser eso, y se convierte en el pasatiempo perfecto. Anahí actualmente tiene su propio taller de ilustraciones donde da clases a personas de todas las edades. Sin duda alguna ha sido un claro ejemplo de que cuando las cosas se hacen con pasión el resultado habla por si solo.
Sabe sus debilidades, pero sobretodo sus fortalezas, y sobre la marcha ha sabido como encontrar el nicho perfecto para la actividad que realiza.