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Adriana Kupilj, la estudiante que fundó una biblioteca comunitaria en la Sierra Mixe

31 de julio de 2019
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Adriana Kupilj, la estudiante que fundó una biblioteca comunitaria en la Sierra Mixe
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Cuando Adriana Kupiji se dio cuenta de todo el conocimiento que guardaban los libros en las bibliotecas de la UNAM, sintió la fuerte convicción de llevar este conocimiento a su remota comunidad en la Sierra Mixe de Oaxaca. 

 

El efecto UNAM


Adriana es originaria de la ranchería Tejas, municipio de Santa María Tlahuitoltepec, a menos de 100 kilómetros de Oaxaca de Juárez. Cuando decidió migrar a la Ciudad de México para estudiar Pedagogía en la Facultad de Ciencias Superiores (FES) Acatlán, se dio cuenta de la enorme cantidad de conocimiento al cual se podía acceder a través de los libros. 

Mientras pasaba sus tardes en las bibliotecas de la UNAM, aprendiendo por su cuenta más de lo que le enseñaban en las aulas, la semilla de una idea comenzó a crecer en ella. ¿Qué pasaría si pudiera llevar a su comunidad una parte de todo el conocimiento disponible? ¿Cómo se  transformaría Tlahuitoltepec si tuviera una biblioteca pública? 

En entrevista con UNAM Global, Adriana explica  su motivación. “El conocimiento no debe ser un privilegio de pocos, sino un derecho de muchos; somos células transformadoras que se contagian unas a otras, sobre todo para una transformación social”. 

Todo comenzó por Facebook


Sin tener una idea clara de cómo empezar el proyecto de una biblioteca comunitaria, Kupijy se dirigió a sus contactos de Facebook a través de una publicación en la cual explicaba la idea y solicitaba donaciones de libros. Esta publicación tomó fuerza y pronto comenzaron a llegar los libros que formarían el acervo. 

Originalmente, Adriana se había propuesto la meta de juntar 500 libros. Gracias a la respuesta positiva de la gente y a la ayuda de un patrocinador que se sumó al proyecto, logró obtener más de 4,000 ejemplares.

Ella misma se encargó de recibir y transportar los libros que se reunieron en la Ciudad de México y su hermana hizo lo propio en Oaxaca. Después, vino la ardua tarea de clasificarlos y dejarlos listos para ser utilizados. Enciclopedias, novelas, libros de texto, compilaciones de poesía y cuentos, ¡había de todo en el nuevo acervo!

Este articulo fue publicado por cityexpress 
Fotografias obtenidas por  jornada.com.mx y unamglobal.unam.mx